Lo de siempre, hay quien confunde el tocino con la velocidad y el herpes genital con el arpa digital, ya me dirás que tiene que ver una cosa con la otra, pues eso, así estamos, que por manifestar repugnancia por la celebración del toro de la Vega ahora resulta que es que humanizo a los animales y eso es de rojos asquerosos que denostan nuestra historia... si, tócatelos que es así la cosa, me habla de historia quien no tiene ni puta idea de quién era Blas de Lezo, Alvarez de Toledo, el Gran Capitán o Daoiz y Velarde, tanto es así que juraría que son marcas de coñac. Es lo que hay, no le entra en la cabeza que no se es más patriota ni español por respetar según que tradiciones y lo mires por donde lo mires lo del toro de la Vega es una aberración y punto.
Somos y por supuesto según para qué muy tradicionalistas. Es cojonudo y hay que ver como nos lo pasamos, nos encanta atravesar a lanzazos a un toro acorralado, muerto de pánico e indefenso, prender fuego en los cuernos al toro de Medinaceli o a cualquier otro que nos pille a mano, nos chifla dislocar el cuello a los toros enmaromados, el acribillar a pinchazos y luego rematar con un tiro al toro de San Juan, arrancar la cabeza a los gansos colgados de una cuerda o matar a pedradas ardillas y gatos en Robledo de Chavela, nos encanta, es guay, es la tradición... tirar cabras o pavas por el campanario, descuartizar a sablazos gallos colgados en la plaza y cosas así, vamos, que nos chifla y enorgullece conservar estas divertidísimas tradiciones, ahora bien, como se le ocurra al picoleto de turno disparar al aire una bola de goma a menos de quinientos metros de un negro que se está bañando..., ¡¡¡nos lo comemos por inhumano!! y ante eso, me pregunto..., ¿eso es de rojos o de fachas?, no es por nada, mera curiosidad, es que me está creando un problema de identidad aunque pensándolo bien, solo es de meros gilipollas con pedigrí.
Somos como somos, hemos dejado atrás la crueldad, somos un país inculto, casposo, bárbaro, inmoral y putrefacto que para lo que queremos somos los más progres del mundo mundial mientras que para otras cosas nos volvemos más tradicionalistas que la sopa de pan y seguidores hasta la muerte de los usos y costumbres de nuestros antepasados por muy inhumanas, crueles, psicópatas y salvajes que sean ...
Ya que somos tan tradicionalistas podríamos retomar el lus primae noctis, el derecho de justicia en los dominios, la sumisión del vasallaje, el uso de mansos, el veto al voto femenino, el luto obligado, la bula y el mear en la calle, al fin y al cabo no dejan de ser ritos y costumbres ancestrales españolisimas de la muerte por supuesto.
Somos como somos y no tenemos remedio, somos unos ventoleras que pasamos del norte al sur en un pispás, sin término medio pero tampoco es de extrañar, lo nuestro desde luego no es la cultura del respeto a los animales y sino, que se lo pregunten al amigo de Corina que de eso sabe mucho.
Si es que, "semos asín", escatológicos.