jueves, 25 de enero de 2024

La tortilla.



En el mundo tiene que haber de todo, eso está claro, es que somos muchos y entre tantos, tiene que haber de todo. Hay gente extraña a la que no le gusta el bacalao con tomate, la mondonga extremeña, el arroz con lo que sea e incluso incomprensiblemente hay hasta quienes prefieren la tortilla sin cebolla, tiene que haber de todo, es así y hasta ahí llego, lo que no logro asimilar por muchos que seamos, es cómo a estas alturas de la película sigue habiendo gente y genta  que vota al partido de la cal viva, las pilinguis, la coca jet, la corrupción, los maletines nocturnos y el Tito Berni, cómo hay quien todavía cree al mentiroso más grande que ha pasado por la historia de España, al egocéntrico, vanidoso, falso, hipócrita y soberbio personaje que nos gobierna gracias al bien pagado apoyo del racismo nazionalista, de los etarras descapuchados y el odio separatista a todo lo español con tal de mantenerse en el sillón, sean cuales fueran sus ideas, postulados políticos, principios o creencias, a un elemento así no se le puede votar en la puta vida ni para presidir la Comunidad de Vecinos.
Ahora que lo pienso, ¿de verdad hay gente que prefiere la tortilla sin cebolla?, si es que tiene que haber de todo...

sábado, 13 de enero de 2024

Ladrillos caravista



No está de moda, no es "fashion", no se lleva el sentirse profundamente español y españolista, es más, hasta está mal visto, eso es de fachas. Dicen.

Personalmente, a estas alturas de mi vida en las que a mi ya me la bufa casi todo, ya tengo la carrera hecha y aunque es más que evidente que no ha valido para nada, hice todo lo que tenía que hacer, estuve con dos cojones donde tuve que estar, luché por lo que tuve que luchar y lloré todo lo que tenía que llorar pero de eso a callarme… va a ser que no.

Aún habiendo hecho el imbécil sin saberlo, tengo la conciencia tranquila y sobre todo muy buena memoria, herramienta ésta imprescindible para la paz interior pero aún así, pasan cosas que siguen sorprendiéndome hasta ratificar una y otra vez mi creencia que en "estepaís" hay más subnormales que ladrillos caravista.

Los españolistas estamos muy mal vistos y no sólo por el endógeno racismo de los nacionalistas, el odio infeccioso de los separatistas y la gentuza esa en general que pitan el himno nacional o ultrajan la bandera de todos con total y absoluta "normalidad democrática por la convivencia", si no por cualquier pijoprogre socialista o muerto de hambre "comunista hasta la muerte" que con tal que no gobiernen "los otros" da por bueno todo, aunque lo haga un egocéntrico, vanidoso y mentiroso por naturaleza como el autócrata presidente que nos gobierna, aunque viva en Extremadura, aislado, sin trenes dignos, sin comunicaciones decentes, sin inversiones ni pollas, mientras observa sumiso y dócil como se llevan las perras a la región históricamente favorecida al amparo del terrorismo vasco o Catalibania, donde se odia a España por encima de todo, todo vale con tal que no gobiernen "los otros".

En cuanto a aquellos que tachan de fascistas a quienes lucimos la bandera nacional en una pulserita o los cuellos de la camisa, los muy analfabetos no saben que la bandera nacional lo es desde 1785 (a excepción de los 8 años de la infausta segunda república) dato este que sin ningún género de dudas confirma que la ignorancia es cuna común de los hijos de puta.

Lo dicho, mires hacia donde mires, ladrillos caravista.