Lo que hemos vivido son páginas perdidas en la historia reciente de España, lágrimas de rabia secas por el soplo de la omisión social, el desprecio y el olvido institucional, un profundo dolor deshonrado y humillado por un gobierno miserable y traidor. Como si nada hubiera pasado.
Aquellos velatorios a solas entre llantos desgarradores, con frio en los huesos y hielo en el corazón. Aquellos sonidos con aroma a incienso, luto y soledad, aquellas voces del alma silenciadas por el poder, calladas por el respeto, la profesionalidad y el honor.
Desde lo más profundo de mi rencor, que la justicia divina recaiga sobre vosotros y os pague con un inhumano dolor vuestra conducta.
Como si nada hubiera pasado.