miércoles, 18 de abril de 2012

La nieta de Pascasio.


La nieta del gallego Pascasio, la Fernández de telenovela que hoy preside "la" argentina, la reina del botox, la de los modelitos de cincuenta mil, la de los bolsos de Vuitton, la viuda negra y rica abogada de los pobres, nos ha trincado una empresa española. Nos da igual como se llame, la ha expropiado por la cara y punto.
A tenor de sus genéticos y colaterales antecedentes psiquiátricos, nada podría extrañarnos de la botulínica dama y si además, para más inri, es de la caterva de los Evo, Correa, Chávez y Castro… para que quieres más.
Su cara lo dice todo, tiene pinta de oxidada en el rencor, de antipática por infección, renegada y tronada por el resentimiento y la aversión. Es de mala calaña, populista interesada y morrallera barata.
Esta usurera nacionalista que primero vende y luego expropia, que no paga sus deudas porque no le sale de su caudillo higo, reina de una república donde gobierna el soborno institucional y la corrupción corporativa, donde manda la putrefacción y apesta el hedor político, es la emperadora que hace de la soberbia, la jactancia y la arrogancia, las armas de su vanidad e imperio personal.
Argentina debe a España miles de millones prestados en el dos mil uno y esta mitinera obnubilada por el odio no paga porque no y punto, quizás alegue que allá por el mil quinientos Colón les birló el oro, quién sabe... nada podría extrañarnos de esta desequilibrada de la silicona.
Y a mi que me recuerda a Carmen de Mairena… si Pascasio levantara la cabeza.

domingo, 15 de abril de 2012

Eso si que no.


Curiosamente el término monarquía viene del griego "mónos", partiendo de ello, con la que les está cayendo ya nada nos extraña. Da la impresión de que no están contentitos, eso parece puesto que se han empeñado y lo van a conseguir, ellos solos solitos se lo están cargando, no necesitan a nadie, les basta con su actitud, desvaríos y gustos varios.
La peña está que trina, los súbditos son pagainfantas pero no gilipollas, entre el Urdangarín, el Marichalar, la presentadora, los tiros al pie del niño y los estacazos del monarca cada dos por tres, están petando el reino de republicanos.
No es que den ejemplo de nada precisamente y últimamente menos. Desde esta balconada nos la bufa casi todo lo que a ellos concierne, casi todo. Pasamos de que estén o dejen de estar, que se lo lleven calentito o tengan cuenta en el Montepío, que veraneen en Mallorca o en la República Independiente de Pinares, que tiren o dejen pegarse tiros a los niños, por nosotros como si peinan botijos pero lo del Rey en Botswana o como se escriba… eso si que no.
Esa imagen del Rey de España, escopeta en mano y posando junto al elefante que acaba de matar nos parece brutal, vergonzosa, vomitiva y propia de tiempos muy pasados. Jamás por mucho que lo busquemos podríamos llegar a entender el placer que puede suponer el matar a tiros a un animal cualquiera y no digamos un elefante, por más que lo intentamos no acabamos de entender esa atrocidad.
Observamos detenidamente la foto, nos centramos en ella, la estudiamos durante más de cinco minutos y nos tenemos que morder la lengua, es tan visceral el sentimiento que nos embarga que corremos peligro de cagarla. Es una imagen bestial y triste, muy triste, es una escena que denota inhumanidad, crueldad, maldad, salvajismo y carencia total de escrúpulos.
No somos monárquico, nunca lo hemos sido, tampoco republicano, tenemos un lío considerable en la cuestión pero lo que estamos muy seguro es que después de ver la foto de nuestro orgulloso monarca junto al pobre elefante … lo que nunca seremos será juancarlista.
Eso si que no.