Tanto con la línea roja, la línea roja y por más que busco no la encuentro, ni roja, ni verde ni la colorá. No hay líneas rojas porque no hay ética, honor ni escrúpulos, porque cada día se les ocurre una chorrada nueva y cada jornada aumenta el expositor de la charcutería en la que se ha convertido el gremio de los "sin clase" política de "estepaís".
Es una inmoralidad diaria y hasta yo, agnóstico confeso, no dejo de persignarme, signarme y santiguarme ante tanto retorcimiento del rencor, tanto odio y tanta perversión.
Todo les molesta, les jode todo lo que les suene a España, la historia nacional, las procesiones de Semana Santa, las lápidas de las monjas, la presencia de los militares, los toros, los veteranos legionarios, las calles con nombres de héroes y hasta el retrógrado por antianimalista y machista juego de la oca.
Reina la ignorancia y su atrevimiento. Cada vez que abren la boca asoma entre las tinieblas de su incultura el subdesarrollo de la soberbia que maman, se inventan normas gramaticales, feminizan lo infeminizable y encasillan como fascista y antidemocrático lo que les conviene pero como el zorro... no pierden las mañas, ellos se lo rifan, se lo guisan y se lo jincan.
Tenemos de todo, los que hablan de la corrupción ajena cuando su alacena apesta a chacina rancia, los que representan al trabajador con ocho inmuebles en propiedad, los indefinidos que se arriman al cobijo de la buena sombra, los iluminados filósofos del fracaso que tienen como máxima política el reparto igualitario de la miseria, los liberados teólogos de clase que no curran en defensa y nombre de los trabajadores, los pijos que enarbolan su patriotismo en la bandera de las comisiones y el trinque. Tenemos de todo.
No pasa nada, todo es de todos y nada es nuestro, tenemos de todo. Los que hablando en nombre de la verdad nos roban el voto para vendérselo a los otros, los que se apropian indebidamente de la indignación popular y miseria social para alzar en nombre de no sé quien la arcaica hoz y el martillo que no saben ni para que se usa, los que negocian, tratan, acogen y llegan a acuerdos con asesinos y terroristas con tal de alcanzar el poder, los que temerosa y cobardemente se arrugan en vez de hacer lo posible por posibilitar algo, los que niegan la realidad haciendo suya la voluntad popular en base a hipotéticas sumas que camuflan su innegable fracaso, los independentistas del sí pero no y con la pasta por delante, tenemos de todo como en botica.
Tenemos de todo pero todo falso, como en los chinos.