sábado, 21 de enero de 2012

Estepais


Estaban tan "agustito" todos ellos y ellas, con su gorrito de cocinillas, su delantalito blanco, sus máscaras, capuchitas y esa pancarta tan mona que reclama el retorno a casita de los presos, que bonito, que estampa tan hermosa, serena y pacificadora. La pena es que llovía, que llovía poco.
Que bien que lo hizo el pesoe, tienen que estar contentísimos y orgullosos, gracias a ellos Bildu y Amaiur se sienten como en casa. Nada de temer la aparición de la policía, nada de salir corriendo tras quemar la bandera, de eso nada, aquí mandan ellos y cuando les apetece sacan al gudari enmascarado a pasear la pancarta y si se tercia quemar la bandera para el regocijo, júbilo y albedrío general. Que monos que son.
Están de fiesta, celebran San Sebastián, están de tamborrada en tamborrada y entre tambores y barriles sacan la pancarta, cualquier motivo es bueno, tampoco hace falta mucha fiesta para sacarla, reclamar la independencia, jalear a los presos y recordarnos así a los superdemócratas Zapatero, Aído, Pajín, Sinde, de la Vega y tantos ilustres, insignes, admirados y gloriosos megachachis socialistas que se han ido de rositas tras legitimarlos y darles hasta la razón.
Somos lo que somos, estepaís es así, un país o como se llame este engendro en el que se politizan hasta los dibujos de Dora la Exploradora, donde se juntan cuatro hijos de puta en una plaza cualquiera, gritan vivas a ETA, se cagan en nuestros muertos, nos vejan, insultan y desprecian, queman nuestra bandera, nos amenazan con seguir matando y resulta que el fascista es quien lo escribe, lo cuenta y opina sobre ello, así es.
Este es un país donde se consiente la apología institucional del terrorismo, donde se hace la vista gorda por temor a ser tachado de lo que sea y por quien sea, donde se deja correr el insulto al dolor ajeno, donde se tolera la deshonra,  se mancilla la memoria, se recuerda solo lo que interesa, se desprecia la historia y se juzga a quien lo critica tachándole de "facha", somos cojonudos y lo que es peor, tenemos lo que nos merecemos.
Estepaís es un país de mierda, un país sin huevos.
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domingo, 8 de enero de 2012

Pan duro.

Hay que olvidar, hay que perdonarles, hay que afianzar el proceso de normalización política en el sufrido y maltratado País Vasco, hay que cambiar la política penitenciaria para con los presos vascos, hay que acercarles a casa, hay que "repatriarles" y no sabemos cuantas cosas más.
Parece ser que lo hicieron sin querer, que somos unos malpensados les hemos interpretado mal. Mira que si tienen razón… el hecho de que el ilustre, letrado, erudito y cultivado Willy Toledo lo pida, es que... hasta nos hace dudar.
La duda nos aflige, embarga y paraliza. Nosotros que hasta ahora pensábamos que se tenían que morir todos en prisión y sufriendo hasta el último respiro, que se tenían que pudrir en el infierno y purgar en sangre hasta el último grito de dolor causado, que deberían de pagar con su vida por el terror al que han sometido a toda una sociedad durante cuarenta años, mira que si estábamos equivocado… que incertidumbre por Dios!
Igual lo han hecho sin querer, igual han asesinado a más de ochocientas personas por accidente, igual han secuestrado y torturado por equivocación, igual los asesinatos de Zaragoza, Hipercor, Vic, Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Lorenzo Soto, Ernest Lluch, García Poyo, Josefa Pagazaurtundua, Irene Villa y miles de personas más fue un accidente. Mira que si estábamos equivocado, a tenor de lo que dice Willy Toledo la duda nos invade.
No podemos seguir escribiendo, no tenemos las ideas claras, hacemos un alto, nos tomamos sensatez500 como píldora del momento después y volvemos.
Volvemos a ello y pedimos perdón en defensa propia, se nos había ido la olla, ha sido una puntual enajenación mental transitoria. Va a ser que no, que le den por el culo al subvencionado Willy, al que por cierto no sabemos quien le ha dado vela en este entierro, ni que su presencia y palabra sentara cátedra.
Aquí no cabe duda ni titubeo alguno, el comediante éste está defendiendo, amparando y  justificando a unos gudarimierdas, cobardes y asesinos que por justicia divina, honor nacional, decoro y respeto a la memoria de las víctimas, no deberían de salir jamás de la trena a no ser en la caja de pino y hasta entonces no conservar más derecho que a respirar y comer pan duro.
Se nos había ido la olla, bendita pildorita.
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lunes, 2 de enero de 2012

Término medio.


No hay término medio, no hay forma. Ni con toda la moderación, compostura y talante que intentemos poner, ni con toda la buena voluntad que queramos echarle al asunto... no hay manera, nos resulta imposible, nos puede el vómito.
No hay término medio, pasamos del orgullo sin complejos por ser español, de las mariposas en el estómago al escuchar nuestro himno, de la pena incontenible ante la dignidad y dolor de nuestras víctimas, al más visceral y vomitivo sentimiento hacia los representantes de Bildu, Amaiur y todo lo que huela a las asquerosas ratas etarras.
No hay término medio, no podemos evitarlo, quisiéramos poder pasar de ellos, hacerles el vacío intelectual pero no podemos. Tienen un nivel de exigencia impropio para quienes son y lo que representan, no son más que trescientos y poco mil votos de gentuza como ellos y cada vez que abren la boca nos coloca en el disparadero despertando nuestros más íntimos y viscerales sentimientos de odio, asco, rencor y lo que es peor, hasta sed de venganza.
Tienen cara de lo que son, mirada de lo que parecen y gestos de chulería barriobajera  impropia de un político "al uso". 
Joseba Permach, el "guaperas", aparece hoy en la prensa y a parte de referirse una vez más al "conflicto político y armado" que curiosamente afirma que "ha padecido su pueblo", nos sale con que las víctimas hay que abordarlas en su globalidad y que no hay que dividir el dolor, aparte de cien mil gilipolleces más que nos la traen al pairo.
Este imbécil integral nos quiere comparar el dolor de la madre de Fabio Moreno, asesinado con solo dos añitos de edad o de cualquiera de los padres de los niños asesinados en el cuartel de Zaragoza o Vic, con por ejemplo las de Hodei Galarraga o Egoitz Gurruchaga, cobardes gudaris de mierda muertos al estallarles la bomba que llevaban en la mochila.
Solo por eso el iluminado este nos produce asco, repugnancia y hastío. Se ceba alevosamente con la dignidad, la indefensión y el dolor de los inocentes, se ríe a carcajadas de la pena y soledad de las víctimas. Casi cincuenta años de terror, cientos de muertos y vidas destrozadas para ésto, para que nos venga ahora el pervertido de turno a "globalizar" víctimas.
Ninguna persona en su sano juicio e independientemente de sus ideas podría llegar jamás a eso, es un perturbado, un desequilibrado, un malnacido, un bastardo.
Tenemos un problema, es cuestión de sentimiento y en este asunto... no hay término medio.
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