La mañana prometía. Sábado, no se curra ni se madruga aunque el puto reloj biológico lo intentara allá por las siete de la mañana, cafetito y prensa, es lo que tocaba pero... error, craso error, lo hicimos delante del ordenador.
Unas fotografías donde diez moromierdas del IS, Estado Islámico para los no enterados, bajo la acusación de ser cristianos, pistola en mano atraviesan la cabeza de otros diez incautos de rodillas, con la nuca al sol y los ojos vendados, nos ha revuelto las entrañas.
Los tibios y Bardemes, los ayatolás con aifone, los pijotalibanes del respeto a toda ideología, los Podemosos de la palestina, rastafaris, perroflautas e ignorantes pro-reconocimiento de los estados terroristas y la alianza zapateril mejor que no sigan leyendo... iros a cascarla por ahí un ratito mejor.
El estado terrorista musulmán-palestino-islamista ese de moromierdas con barba, turbante y fusil al hombro está petao de hijos de puta que no merecen vivir y una sociedad que calla, transige y omite cobardemente la respuesta merecida no merece respeto alguno. Es la super megachachi y guachidemocática política del "mientras no salpique"...
Un pueblo, cultura o región de hijos de puta asquerososos que al amparo legal de la "sharia" asesina en nombre de alá, quema vivas a las personas, tortura niños kurdos, degüellan, decapitan y crucifican a cualquiera en cualquier lugar, ahorca homosexuales, violan, esclavizan y luego venden a las niñas como esclavas, que lapida mujeres por haber sido violadas y amputa de cuajo las manos de quien ha hurtado un mendrugo de pan, esa religión merece ser arrasada de la faz de la tierra puesto que nadie que mata merece vivir y cuando el asesinato está preceptuado y tipificado legalmente en un puto morocatecismo como condena por nada, ese estado no merece existir, merece ser invadido por la humanidad, la razón, la justicia y la democracia.
Un estado de gilipollas que no permite la exhibición de una cruz, que prohíbe la música, el alcohol, la carne de cerdo o de animales con colmillos o sacrificados sin degollar, que solo permite la exposición pública de la piel del rostro, las manos y los pies, que prohíbe el correo electrónico, los esmarfones, la muñeca Barbie y los dibujos animados..., un pueblo que denigra lo humano al no respetar la vida no merece ser reconocido por la humanidad, no merece existir, no merece vivir, es un pueblo perdido en la mierda de su fanatismo.
En algo estoy plenamente de acuerdo con Marx, en que la religión es el opio del pueblo.
Puta droga...