El sentir de un Retirado.

Me encanta ver llover, tenía que haberme quedado aquí, mirando por la ventana con el café en la mano, además con mi taza, la que tiene las fotos de mis nietas pero... Mira que me lo advierto!, no pongas la tele, pasa de las noticias, no lo hagas, pues no hay cojones, la puse y claro, la jodímos. Dijo Orwell que "la libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír" , pues ya lo siento. 

Es escuchar a esta gentuza y me caliento yo solito, pandilla de indignos, vividores e inútiles a más no poder justificando lo injustificable en la negociación para apartar al coco de la derecha y "gobernar por el progresismo para todos y todas " con quien haga falta de la izquierda y ultraizquierda entre los que están precisamente quienes públicamente han manifestado su odio a España y los que nos asesinaban hasta hace cuatro días, quienes nos descerrajaban la nuca y nos obligaban a vivir con un espejo en el coche... Y eso, aún hoy, a mí como Guardia Civil Retirado, me genera un sentimiento de odio hacia vosotros que no os lo podéis imaginar. No tenéis ni puta idea.

Os habéis aprovechado de nosotros, hacéis vuestra nuestra victoria, sois unos putos parásitos del valor ajeno y mi sentir es tan profundo como honrado aunque pudiera no ser propio de alguien que durante cuarenta años ha ostentado una condición tan honrosa como la de Guardia Civil, pero es que antes que nada soy hombre, concepto que os queda grande de cojones. Muy grande.

Así pagáis nuestra sangrada lucha y sagrado servicio de mis compañeros por la Libertad y la democracia, así valoráis nuestro dolor, el de nuestras viudas y huérfanos, sus llantos a solas, su terrible soledad.  Sois escoria.

Tenéis ventaja bastardos, los míos no son como vosotros, son hombres de bien y honrados servidores. Vuestro desprecio es el tributo que pagamos por la paz social. Me dais asco, sois unos cobardes de mierda, sois morralla y me  repugnáis e inspiráis el mismo odio hoy que el que sentía en cualquiera de momentos inmediatos en los que acabábamos de velar a turnos a un compañero, el mismo vómito que sentiré mañana, pasado y hasta el día de mi adiós. Sois repugnantes.

Mis lágrimas, aquel dolor que sentí en cualquiera de aquellas barbaridades, aquel fatídico día del atentado en la Plaza de la República Argentina, en los acuartelamientos de Llodio,  Zaragoza o Vic, aquel silencioso grito de venganza sigue latente en mi interior, habéis logrado que con vuestras "conversaciones por el progresismo" aún con el tiempo transcurrido, esa pena haya mutado y multiplicado al infinito el odio y la repulsión que siento por vosotros, no sois más que una banda de alimañas e hijos de puta, vil gentuza que sólo os interesa el poder aunque sea compartiendo mesa con asesinos a sueldo.

Yo, como Guardia Civil Retirado nunca perderé la íntima condición de Guardia Civil, que evidentemente ya no valdrá para nada pero es pura, es mi honor como divisa, es el sentir de quien ha servido como mejor ha podido a España y por ello, jamás me plantearé si sentir lo que siento es correcto o no, no será cristiano pero humano es detestar, despreciar y desearos tanto mal como el que vuestros hoy amigos nos han generado. 

Nos habéis traicionado, sois carroña, una puta mierda, sois gentuza sin humanidad, valores ni principios.  Este es mi sentir, el de un Guardia Civil Retirado.

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