En una época no muy lejana todo daba igual, sólo importaba lo importante, las relaciones personales lo eran ignorando las ideologías y opiniones políticas, no existía la crispación, los bandos ni el enfrentamiento por causas olvidadas. A la vista no había rojos, morados o azules, daba igual heteros, mixtos, homosexuales o botijos de barro porque nadie lo preguntaba ni se sentía orgulloso por ello, no se hacía insistentemente el ridículo con los todos, todas y todes, no existía el rencor de una guerra pasada, el odio y mucho menos la tan interesada y ultrafeminista diferenciación entre sexos.
No hace tantos años se tasaban los valores, la educación y la cultura "general", se conocía aunque sólo fuera "por encima" un poquito de la historia de España, se respetaba el pasado, se vivía el presente sin preocupaciones y se miraba al futuro con esperanza, no hace tantos años.
Hoy todo ha cambiado, eres un facha si amas a España, si te gustan los toros y no digamos si cazas de vez en cuando. Se cambian nombres de las calles por ignorantes caprichos que sólo remueven historias pasadas que a nadie le importan, tenemos políticos con presente filoterrorista, otros con bachillerato raspado y punto o con curriculums falseados y cuando no, tesis de doctorados fusiladas como si fueran suyas. Nos hunden en la miseria, la deuda supera el PIB mientras se suelta alegremente nuestra pasta en putas, orgias o ayuditas a terceros. Y así todo.
No hay palabra ni principios y por permitirlo no tenemos rubor, dignidad ni decoro pero eso no es lo malo, lo peor es que no hay futuro.
Jóvenes que me leéis, no es por nada pero por ateos que os consideréis, si esto no cambia ya..., que Dios os pille "confesaos".