Hoy no es un día especial, es un día cualquiera, un día más. Te levantas, te aseas, desayunas, pillas el tomatito y a currarla.
Es martes, hace sol y buena temperatura, es un día más, un día de los de siempre y como siempre, nos ameniza la mañana el encanto del escape libre de los macarras con su ciclomotor, las amargadas caras semafóricas de los de siempre en el sitio de siempre y a la hora de siempre, ya nos conocemos, solo nos falta gintonear juntos. Inyecta karma el dulce ronroneo del autobús acelerando su incorporación desde la parada para evitarnos pasar a tiempo, los más listos que nadie que dejan el coche en doble fila frente a los bares de la plaza de toros mientras se meten el lingotazo matutino leyendo plácidamente la prensa, muy educados ellos, se la suda la retención y molestias ajenas, la pitada del de atrás dos décimas después de ponerse verde el muñequito de la bombilla, al que no pierde de vista desde que estaba colorao amenazándole con ansia en su mirada y soberbia en el pedal, lo de siempre.
Son demasiadas cosas para ser martes, pero también para mañana o pasado, salimos con tiempo de casa e intentamos relajar la gestoforma, sonreír porque si y pasar del estrés ajeno pero es difícil, miras a tu alrededor y tienes la sensación de que la peña vive en una permanente defensa propia, todo Dios está mosqueado, es difícil, parecen demasiadas y abusivas las clausulas de la supervivencia, del vivir en calma con uno mismo y no digamos con los demás.
Seguimos para bingo, nos incorporamos al tajo, tele de fondo, volumen casi imperceptible, casi pero es inevitable y te enteras, la oyes aunque no quieras, los temas del día entran en tu cabeza de forma sutil, ingeniosa, planificada, hábil y sibilina, son los de siempre, para variar se habla de lo de siempre, más de lo mismo, el mismo coñazo, del referéndum para todo, los cansinos del chon en brazos para votar su interminable y soporífera tocata y fuga del Reino y aprovechando que el Pisuerga baja con truchas rosas, los horteras del trapo y la camiseta republicana de la selección con su temita por la dimisión del Juancar y la abolición del tan entrañable derecho de sucesión vaginal. Luego nos viene el iluminado de la coletita, si, ese, el vanidoso y engreído de clase superior, el del ego interminable, entrenador de gamusinos y descubridor del chocolate espeso pero eso no es todo, hoy, para acabar de rematar la tocadura testicular tenemos aparición estelar, el que nos faltaba, hoy alumbra nuestro intelecto el ilustrado Alberto Garzón, el comunista diputado por Málaga que cada vez que ladra falta al respeto a las víctimas del terrorismo etarra, que con su vomitiva presencia mancilla su memoria, que califica de ultras a la AVT, que afirma alegremente que las víctimas no tienen razón por el hecho de serlo, vamos que el niñato hijoputa éste nos ha calentado el día...
No nos lo ponen fácil pero ya queda menos, paciencia, en cuanto salgamos de aquí comemos y nos piramos a nuestro rincón, a donde no se piensa en pensar, a donde la mar cuando habla lo hace de lo que verdaderamente importa, vamos pasar de rollos, de referendums, tontos del culo y niñatos de tres al cuarto.
Nos lo pide el cuerpo, hoy tiene que ser... un martes al sol.
SIN COMENTARIOS''''???!!!!!¡¡¡¡¡.....?.
ResponderEliminarEs lo que hay, más de lo mismo...todos como las vacas al tren, en fin... Un saludo.
ResponderEliminar