lunes, 10 de febrero de 2014

Oremos.


Es un tema especialmente delicado y sensible pero es lo que toca, es lo que hay maricarmen. Oremos. Si ya constituía un disparate el extravagante mantenimiento de una monarquía ya sea absoluta, parlamentaria, híbrida o con tomate, si ya resultaba absurdo el mantener una institución basada en ritos, principios, usos y costumbres propios del medievo donde los derechos hereditarios exclusivamente fijados vía vaginal otorgan unos privilegios vitalicios indignos, impropios e incompatibles con la modernidad, si ya resultaba duro por escasez de argumentos el cuando menos callar para de esa forma respetar a la Jefatura del Estado aún en contra de tus propios principios pero acatándolo siempre por puro patriotismo, ahora mismo, ellos solitos por su comportamiento nos lo están poniendo difícil, muy difícil de ignorar, mucho menos de justificar y no digamos de defender. 
El padre, con íntimos rollos en sábanas ajenas, el que tiene y mantiene una millonada en Suiza heredada del abuelito Conde, que se pira de vacaciones con su Corina a Botswana para pasar el rato cepillándose elefantes a tiro limpio mientras preside la Asociación para la Defensa de la Naturaleza, acojonante. El yerno empalmado que se lo lleva por la cara, calentito, a carretadas y que no recuerda nada actuando siempre al amparo de una autoasumida y silenciosa impunidad, maravilloso. La niña lista que no sabe, ignora, no tiene constancia o simplemente lo niega, admirable. La nuera que quiere ejercer pero solo a media jornada, osea de forma parcial con itinerario, horario y calendario primeramente aprobado y supervisado por ella misma, extraordinario. El nieto, que sin licencia, permiso de armas ni pollas en vinagre se pega un tiro en un pie con una escopeta de caza, la rehostia, vamos un dechado de virtudes, todo modélico y ejemplar.
La extravagancia de una soberanía monárquica desciende hasta la bufonada, de alteza a morralla, de corona esmaltada a trenzada de espinas y mientras todo ésto pasa, les mata y remata la situación de "estepaís" con una corrupción política que nos sale por las orejas, con cinco millones de pagainfantas observándoles desde la cola de Cáritas, pasándolas putas, llenando las calles de miseria y revolviendo en la basura para poder comer, lo justo para reverenciarles.
Mal lo tiene la cosa y peor la casa, el chupete se hunde sin remedio, no son tiempos de reverencias y genuflexión, protocolo y beato, ritos y fastos, ceremonias y parafernalias, escuditos, blasones ni cojones, ya no les queda crédito de respeto, nombre, confianza ni razón, ya no vale una disculpa con cara de circunstancias, un lo siento, un me he equivocado y un no volverá a ocurrir, ellos solitos la cagaron bien cagada, entre todos la mataron y ella sola se murió.
Oremos por la cosa. Requiescat in peace.

4 comentarios:

  1. Vamos,, la familia cebolleta !!!
    La realidad siempre supera a la ficción. Saludos Pin, muy bueno. ZIPI Y ZAPE

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  2. Me maravilla este país, con la que está cayendo y, aquí no dimite nadie. Donde está la vergüenza, a qué colegios ha ido esta gente, de quién recibieron su educación...No entiendo nada. Un saludo.

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  3. LO MALO ES QUE SI VIENEN MAL DADAS ,ELLOS SE PIRARAN A SUIZA Y TENDREMOS QUE APECHUGAR LOS DEMAS,POSIBLEMENTE SACUDIENDONOS ENTRE NOSOTROS.

    GUDARI: ¡EL VIEJO ERA COJONUDO!

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  4. No dejas de sorprenderme. Buenísimo.

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