miércoles, 3 de agosto de 2011

Recen.


Ni quienes a la fe se agarran lo tienen claro ya que eso de “perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores….” como que no cuela, que no va a ser posible.
La crisis asoma realidades hasta ahora supuestas. En Cataluña están que trinan aunque extrañamente y hasta ahora no había dicho ni mu ni el Tato ante tal despilfarro ya que díganme si el mantener alegremente seis embajadas en el extranjero no cuesta una pasta gansa, para ser exactos doce mil euros del ala por trabajador solo en dietas más alquileres, sueldos y gastos de mantenimiento aparte.
Esa brillante idea, por cierto surgida del ínclito Carod mientras ocupaba la vicepresidencia de la Generalidad e impulsada por el renegado andaluz Montilla, en ningún momento fue censurada y mucho menos rechazada por la población catalana, todo fuere en aras del catalanismo.
Ahora resulta que la cosa está que arde, se cierran centros de salud, se acota el horario de apertura de los ambulatorios, se limitan los lavados de sábanas de los hospitales a dos por semana y no hay un chavo para gasto farmacéutico, ahora bien, aún así mantienen abiertas las embajadas en lugares donde no tienen ni pajotera idea de lo que es ni dónde está Cataluña.
Lo que es evidente es que el tripartito de los cuyons trajo la ruina y el desastre económico a Cataluña con la complicidad de Zapatero y su pesoe, la responsabilidad que nadie les va a pedir debería ser suficiente causa como para que desaparecieran para siempre del mapa no sin antes comparecer ante la justicia, cosa que evidentemente en “estepaís” es inviable.
Recuerdo una frase de Pío Baroja que decía… “El nacionalismo se cura viajando” y ante ello nos preguntamos… ¿Quién coño ha pagado a estos imbéciles el billete de vuelta?
Miedo nos da que lleguen los del pepé y abran las cajas, vamos a flipar en colores con los recortes. Por cierto, ¿Que fue de los brotes verdes? ¿ también los recortaron?
A rezar.
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1 comentario:

  1. Como diría nuestro amigo de Baeza, no le quito ni una coma y añado yo..: "¿Donde protestaban los que hoy están tan indignados cuando se despilfarraba tanto dinero en abrir esas embajadas de Cataluña?". Es que ya no le pueden echar la culpa a Madrid, ya no cuela. Rezaremos todo lo posible.

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