Hay cosas que asustan al oírlas, hoy, con el cacareado tema de la expulsión de delincuentes inmigrantes no se puede decir que hay ciudades donde han creado sus guetos y no entra ni la policía, que hay barrios por donde ya no se puede pasar y actúan con total impunidad, que viven sin pegar palo al agua y de trincar por la cara ayudas "sociales" y lógicamente se descojonan de nosotros a la cara, de nuestra estupidez. No se puede decir que nuestros mayores tienen pánico y no se atreven a llevar joyas a la vista, ir solos al banco y mucho menos al cajero, que nuestras jóvenes no pueden ir solas por la calle a partir de cierta hora y mil cosas más que todos sabemos y a diario vivimos.
Decir lo que se piensa es un gesto irredento a no ser que digas lo que todo el mundo dice pero en sus adentros nadie cree, lo políticamente correcto, socialmente convenido y sin salirte del guion marcado pero algunos no tenemos remedio ni con un milagro y nos comportamos sólo de acuerdo a nuestros principios, creencias y valores y así decimos lo que pensamos y sin la necesidad de pensar demasiado lo que decimos, puesto que es lo que es, lo que hay y punto y así, yo puedo decir claramente que si a cualquiera de éstos hijos de puta se le ocurre tocar a cualquiera de las mujeres de mi familia o entrar en mi casa sin mi permiso y con oscuras intenciones le descerrajo el alma con un precioso cartucho del 12. Es lo que es.
La sociedad española vive con temor y en permanente defensa propia ante éstos delincuentes, no se te ocurra devolver la hostia y defenderte no sea que luego te busque la ruina el de la toga, cuando lo más importante de la vida es la vida y con ella hay que defenderla.
Se juzga todo lo que dices, lo que callas, lo que piensas y hasta la pulserita que llevas puesta y además sin cortarse un pelo y sin el mínimo respeto y por mucho que los buenistas progres digan lo contrario, lo de la expulsión y devolución a sus países de quien venga a España sean menas o testigos de Jehová. a imponer su cultura, despreciar nuestras costumbres, a robar mil veces e incluso violar y matar no es un acto racista, intolerante, fascista ni pollas en vinagre, es algo lógico, sensato y justo.
Todo lo demás es cobardía política, hipocresía progresista de mierda y practicar la política del avestruz. Es lo que es y las cosas son como son.
El Ministerio Fiscal no desea hacer más preguntas Señoria...jjj
ResponderEliminarYo siempre creí que la raíz de "progresía" venía de "progreso" y me cuestiono muchísimo en qué hemos progresado.
ResponderEliminarMe remito a tu publicación del 23 de abril titulada "Hace un tiempo..."
ResponderEliminarMudito !!! Que alegría leerte.
ResponderEliminarPin, como siempre, realidad verdadera.
Un fuerte abrazo a los dos.
Pues efectivamente, es lo que todo el mundo piensa, pero no todos dicen. Sobre todo los personajes y personajas que venden su alma por una subvención o un carguito de confianza de nivel 30. Quizas la vida les devuelva tanto daño como el que están haciendo.
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