Estamos emocionadísimo por el evento que nos viene encima, la conmovedora visita Papal hará que nuestras almas rebosen gozo y alegría, nos va a inundar de satisfacción, seguro que nos insufla el brío, ánimo y energía espiritual necesaria para superar la crisis. Si es que la visita del Santo Padre ¡¡es vital!!.
Desde nuestro vergonzante y confeso agnosticismo, no deja de emocionarnos tanta devoción, tanto dulce cántico, tanta pureza, decencia y castidad, imagínense por un momento la estampa de diez mil jóvenes mirando al cielo mientras cantan el “Amo a Laura pero esperaré al matrimonio”, si es que se nos pone el bello como escarpias solo con pensarlo.
Hay quien dice que cuesta un pastón, que no estamos para desparrames y gastos innecesarios… ¡¡ignominiosos!!! ¿Acaso cincuenta millones son un pastón?
Señor Señor, ya no sé a donde vamos a llegar, ya se critica hasta la visita del Papa, esto ya no es lo que era, bienaventurada sea Nuestra Señora del Abrigo de Pana, ¡que disgusto tenemos! Alabado sea Dios.
Amen
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