España somos todos.

Hay una cosa que te quiero decir.

Hay una cosa que te quiero decir Arturo, si, a ti achispado Mesías y libertador de gamusinos, a ti trasnochado iluminado.

Desde nuestro confeso agnosticismo y acromática tonalidad política, desde el amor a España, desde la verdad y el respeto a la historia te diré que tu soñada independencia estimula las glándulas sudoríparas de un sinfín de pagainfantas Arturo, vamos y por si no entiendes bien el castellano… que nos la suda.

Hay una cosa que te quiero decir Arturo, estás soplao, eres un flipao, te inventas una historia, te sacas Reinos de la manga, imaginas unos episodios bélicos que tú solo conoces y metes unas trolas más torcidas que un chino agradecido, lo que nos extraña es que no pretendas ser un continente en vez de país Arturo. Estás tronao.

Eres un pamplinas Arturo, has llevado a Cataluña a la ruina, tu odiada España ha tenido que rescatarte de la mierda con una porrada de millones, tienes una tasa de paro para flipar y enredas con el fuego de la independencia dando la espalda a los verdaderos problemas de tu comunidad.

Hay una cosa que te quiero decir Arturo, que te pires, que dejes de darnos la brasa, pírate Arturo, pírate pero para no volver, convocaste elecciones a los dos años de gobierno, eres un bufón, un fracasado, buscabas la mayoría absoluta y te han dado por el bul, te ha salido rana pero aun así tú erre que erre, que pesadito estás Arturo...

Hay una cosa que te quiero decir Arturo, estás alimentando un monstruo cuyas verdaderas dimensiones desconoces, estás jugando con fuego Arturo, el referéndum no tendría que hacerse en Cataluña, ¿te has puesto a pensar que pasaría si se hace a nivel nacional?, pues si, seguro que si, igual hasta salía que si, mira por dónde que igual y solo igual España quiere librarse de quien le insulta, de  tanto traductor, tanto rótulo en catalán, tanta deuda, tanto paro, miseria y monserga. 

Anda Arturo, apaga la cerilla y déjame que te diga una cosa, pilla una billetada, cómprate un bosque y piérdete majete. 

El día que me quieras.

El día que me quieras lucharás por mí, por mi existencia, te importará mi vida, mi bienestar, defenderás mis derechos, velarás por mis deberes, avalarás mi futuro, crearás trabajo, no consentirás el hambre, prohibirás la miseria, la amargura, la desesperanza, la desesperación.

El día que me quieras dirás la verdad, mirarás a los ojos, tendrás dignidad, me representarás, no permitirás el desahucio, vetarás la miseria, te interpondrás ante la usura, condenarás los abusos, no mandará el poder, no se impondrá el dinero.

El día que me quieras habrá por qué soñar, por qué ilusionarse, por qué luchar, el día que me quieras honrarás al pueblo, respetarás su inocencia, no le culparás por tus actos, por tus omisiones, el día que me quieras te querré, ese día merecerás la pena.

El día que me quieras será muy diferente, será el que sé yo… será el yo que sé, la vida no es un tango, el día que me quieras está lejano, no está previsto, ese día no serás político, ese día serás humano, ese día serás persona, ese día tendrás conciencia, corazón y alma. 
Ese día te querré, el día que me quieras.

Os odio

Os odio por permitir el desahucio de su casa de una familia con todos sus miembros en paro, por obligar a las personas a tomar medidas desesperadas al verse arrastrados por una crisis que por intereses políticos no quisisteis reconocer a tiempo, por provocar con vuestra omisión el suicidio de hombres que tras toda una vida trabajando por sobrevivir se ven en la puta calle sin más compañía que la más absoluta de las miserias, por machacar alevosamente los derechos elementales de los trabajadores bajo la excusa de la crisis mientras que vosotros vivís entre prebendas como si no os fuera nada en ello.

Os odio por taponar la usura de los bancos con miles y miles de millones mientras éstos arruinan sin piedad ni escrúpulo alguno las esperanzas de cientos y cientos de personas agobiadas por una hipoteca que jamás podrían pagar en tiempos en los que ni tan siquiera tienen para comer.

Os odio por no detener este escarnio, por llevarnos a revolver en la basura, por traernos al hambre, por hacer florecer navajas en la pugna por un paquete de arroz caducado, por tener que pedir para comer, por hacer de Cáritas la cola de Europa, por llevar a todo un país al pánico de la supervivencia, por arrastrarnos a la desesperación.

Os odio por gratificar con la libertad a etarras asesinos amparados en hipócritas cuestiones humanitarias con quien durante décadas apretó el gatillo que arrasó la existencia de miles de personas, unos cobardemente asesinados y otros mutilados cuando no muertos en vida.

Os odio por cobardes, ambiguos, pávidos y timoratos al no defender con firmeza, coraje y cojones la integridad territorial de España.

Os odio por canallas, porque la cosa no va con vosotros, por no parar esto, porque no hacéis nada por nadie, porque solo sabéis tiraros los trastos, porque os prima lo privativo, porque mentís, porque engañáis, porque vivís del pueblo pero no para el pueblo, porque permitís lo imperdonable, porque nos habéis llevado a la ruina, porque nos estáis amargando la vida.

Por todo ello, os detesto, os aborrezco, os maldigo y …os odio.

No se puede aguantar.

Después de ver las imágenes de la manifestación de hoy en los alrededores del Congreso, de pertenecer a la intocable casta… no estaríamos tranquilo.

La situación está tomando un cariz irreversible, la miseria, la falta de perspectiva y lo que es peor, la desesperanza, han salido hoy a la calle, el poder político ya no inspira miedo, no digamos respeto y mucho menos confianza social.

No se pueden hacer las cosas tan mal, nos están llevando a la ruina. No se puede engañar al pueblo, no se puede mentir al soberano, no se puede privatizar tanto privilegio, no se puede consentir tanta prerrogativa, tanta dispensa, tanto desinterés, tanto abandono y tanta desidia.

No se puede consentir tanta injusticia, tanto machacar al de siempre, tanta hambre y miseria, no se puede tolerar tanta indigencia y necesidad, tanta desesperación, desilusión, pesimismo, desmoralización e impotencia.

No se puede aguantar tanta prepotencia, tanta superioridad, tanta jerarquía vanidosa, tanta chulería, tanta jactancia, tanto chorizo sin prejuicios, tanto corrupto de mierda, tanto aifon por la cara, tanta dieta injusta, tanto volar por cuenta ajena, tanto coche oficial, tanta corbata, tanto dormitar en el escaño, tanto sinvergüenza junto. No se puede  aguantar.

No se puede aguantar tanto insulto, tanto dar la espalda, tanta peineta, tanto llevárselo por la cara, tanto arruinarnos a todos.

No se puede aguantar.

Dos pitos.

Saca el klinnex pardillo, con dos pitos no puedes tirarte el moco, es la primera mano y para órdago a mayor no menos de dos reyes-caballo, con dos tristes pitos te van a querer y dejarte con el culo al aire.

Hay que saber lo que llevas entre manos Arturito, si quieres jugártela cuenta con tu compañero y no vayas de gallo, se te ve la cara de acojonado y te pueden dejar sin espolones.

Tú querías llevártelo por la cara, largar un órdago, reclamarlo todo para por lo menos llevarte los chicos, pues mira por dónde va a ser que no, que si de nosotros dependiera te soltábamos carrete pero ya, ¿quieres todo? Pues tómalo cantamañanas.

Las cosas cambian Arturo, tanta chorrada, tanto desprecio, tanto tocarte el ombligo y mirarnos por encima del hombro tiene estas cosas majete, que nos has inflado las pelotas.

Lo de la unidad de España es algo hermoso y deseable pero contigo queremos hacer una excepción, es que llega un momento en que nos la bufa Arturito, casi hasta que hasta queremos que te pires, que nos dejes en paz y te largues al carajo con tu brasa y monserga.  Como dice una amiga mía, seríamos el perruco que se sacude las pulgas.

La has cagado Arturito, a ver como sales de esta, los empresarios ya te han dicho que nanai, que se largarían de Cataluña, que putada Arturito, las cosas cambian, socialmente ya nada es lo mismo, de hecho, patria es un nombre de perro y lealtad una calle de Fuenlabrada. La gente tiene otros valores, otras preocupaciones y se la bufan los separatistas catalanes, no vales tanto Arturito, deja de mirarte el ombligo.

Barajea de nuevo majete, llevas un par de pitos y tienes cara de acojonado, se te ve el plumero y con dos pitos… ni pa pipas.

Que se le va a hacer...

Nos acusan de que les robamos, les oprimimos y les torturamos a pasodobles, jotas y sevillanas, no aguantan más, no nos soportan y se quieren largar, no quieren ser españoles y reclaman la independencia como solución a todos sus males. 
Que cansinos… pues nada, si es lo que quieren… fronterita, rollos de espino y a cascarla a Ampuero.

Que se vayan, que se vayan pero para no volver, nada de si pero no, nada de irse a medias ni mamarrachadas de estado asociado, nada de seguir mamando de España y los españoles.

Obviamente, la República Independiente de Catalonia fuera de la Unión Europea, nada de ayudas comunitarias ni fondos para el desarrollo regional, a pagar como cualquier hijo de vecino aranceles e impuestos aduaneros, nada de euro como moneda de cambio, que usen el catalufo si quieren, exigencia de papeles como a cualquier extracomunitario y a pasar por extranjería, nada de seguridad social, partida de mus ni vino tinto en las comidas.

Nos imaginamos que el empresariado tendrá algo que decir, no creemos que les resulte interesante eso quedarse fuera de Europa, hasta el momento callan pero… la pela es la pela y no nos imaginamos a SEAT, Mistol, Vileda, Damm, Nescafé, Bonka, Donuts o Marcilla fabricando para el catalino, no creemos que por mucha colonia que meen y muy guapos que sean tengan tanto culo como para mantener la fábrica de Dodots ni tanta cosita meona para dar curro a las de Evax o Ausonia, aunque quién sabe... como son tan divinos de la muerte...

No nos soportan y es lógico, es que son diferentes, incomparables, especiales, son los más guapos, distinguidos y elegantes, los más leídos, cultos y letrados, son divinos, los exclusivos, los elegidos de Dios, son independendistas catalanes y dicen lo que les da la gana y ni se te ocurra rechistarles no sea que te tachen de fascista.

Que no nos aburran más, que se larguen, que se piren de una vez, que nos dejen en paz. Lo peor que vamos a llevar va a ser la ausencia de la butifarra y los calçots, pero que le vamos a hacer, no podíamos tenerlo todo, nos consolaremos con jamón ibérico,  patatera  blanca o morcilla de Burgos, que le vamos a hacer, va a resultar doloroso pero aún sin ellos la vida sigue, arrastraremos resignados nuestra cruz y cadena, que le vamos a hacer, penaremos nuestra triste existencia, tendremos que refugiarnos en la meditación, sin ellos nada será lo mismo, son tan guapos, son tan diferentes y tan cultos, sin ellos seremos solo boina, botijo y siesta.

Que se le va a hacer...