Hasta los huevos.

Estamos hasta los huevos de los unos y de los otros, hemos llegado a una situación tal que estamos hartos de mentiras, farsas, engaños, patrañas y ruindades.

Estamos hasta los huevos de promesas incumplidas, de alevosas medidas, de Diegos donde dije digo, de desvergüenza desmedida, de que así me lo encontré, de primas de riesgo, hipotecas y ejecuciones, de embargos y cerrajeros, de crisis heredada, bancos y bankias, de herencias inesperadas.
Estamos hasta los huevos de políticos sin decoro, mandamases de mierda, chorizos y mangantes, corruptos y prevaricados, vendidos y pagados, inmundos y deshonestos, infectos y podridos.

Estamos hasta los huevos de solialistos y pepetontos, de rojos y azules, de soberbia y chulería, orgullo y altivez, de palabras y dogma, de macarras con corbata, pensiones vitalicias, audis con siete antenas, aifones por la cara, de dietas por venir, subvenciones de gracia, derroches por cuenta ajena, mariscadas con visa, vuelos en primera, privilegios vergonzantes y sueldos vergonzosos. 

Estamos hasta los huevos de refugios de inútiles, de autonomías ruinosas, de reinos de taifas, de chupatintas y sacasangres, de diputados despistados, senadores distraídos, secretarios ausentes, subsecretarios perdidos, directores sin dirección, subdirectores sin supervisión, consejeros sin consejo y jefes sin indios.
Estamos hasta los huevos de cartas magnas de mentira, papel mojado, papeluchos sin valor, leyes sin sentido, tribunales con boato, ceremonias de esplendor, medallas pensionadas, personajes bajo palio y coronas sin cabeza. 
Estamos hasta los huevos de arcos del triunfo, peinetas sin disimulo, sudor testicular, pasadas de largo, pisadas al indefenso, sonrisas insultantes, escoltas de no te acerques, miradas a otro lado, actitudes altivas y desprecio consentido.

Estamos hasta los huevos de miedos y temores, de desahucios y expulsiones, tristezas y lágrimas, decepciones y desencantos, chascos y desesperanza, cortes y recortes, pesimismo y desesperación, hambre, miseria y reproches por vivir.

Estamos hasta los huevos de revueltos en la basura, carritos con chatarra y suciedad en los tobillos, estamos hasta los huevos de miseria en la vejez, frustrados por el pasado, mayores sin presente y jóvenes sin futuro.

Estamos hasta los huevos de gritar al viento y escupir al cielo, de silencios administrativos y calladas administradas, de pisotones y zapatazos, de patadas y rajones, estamos hasta los huevos de estar hasta los huevos.
Hasta los huevos.