viernes, 20 de diciembre de 2013

El hijoputa.


Hijoputa, término por algunos considerado soez, mero vulgarismo que en algunos casos y siempre dependiendo del contexto pudiera considerarse como insulto, es una palabra (palabro que diría la ilustre Bibiana) tan integrada en el lenguaje habitual que hasta jurídicamente, en numerosas sentencias ha dejado de ser considerado cono ofensivo en España.
Ya en el Siglo de Oro había hijoputas, pero hoy, ahora y aquí, en esta topera antes llamada España, lo que hay no es que sean hijoputas sino hijos de puta, que aunque suene parecido en nada se parece.
Pero a lo que vamos, nos dejarnos de chorradas, monsergas literarias, divagaciones gramáticas y justificaciones en los giros de expresión, para llamar a las cosas por su nombre. En la lengua castellana el hijoputa, independientemente de la sociabilidad y la alegría con la que su progenitora hiciera de su chichi un sayo, siempre es una mala persona, mala persona y generalmente, un cabrón de cojones. 
Hay muchos, muchísimos hijoputas, pero bueno, hijoputa arriba o hijoputa abajo, lo que está claro es que los hijoputas se han empeñado en ahogarnos la vida y para empezar el año han intentado subirnos el precio de la luz ni más ni menos que un once o doce por cierto, casi nada para el cuerpo, va a tener razón mi colega "el Chuggggi" cuando comentándolo esta mañana, al respecto sabiamente sentenciaba que... "esto no es corriente". Hábil y sutil como siempre mi querido amigo.
Hay mucho hijoputa y mucho hijo de puta, hay mucho cabrón y desalmado que se baña en usura importándole tres cojones que hay un pueblo a su alrededor que busca y rebusca en la basura, haciendo cola para comer, privándose de todo para aún humillado pero con la mayor dignidad intentar dar cara cada día a la vida, que hay familias durmiendo con guantes y bufanda en sus propias casas y otras viviendo en la calle sobre colchones de cartón.
En este país del hijoputa hay muchas personas que por su culpa viven deshonradas por el hambre, avergonzadas por su situación, desacreditadas por la necesidad, desesperadas por el destino, rendidas por la realidad, maltratadas por el presente y despreciadas por el futuro. 
En esta topera maloliente hay mucho hijoputa bajo palio, mucho apestoso con pasta, mucha chusma adinerada, mucho despreocupado, mucho mezquino, mucho ruin y miserable, mucho hijoputa que consiente y no siente, que ni oye ni escucha, ni mira ni ve, mucho cornudo indiferente, mucho pérfido, mucho canalla, mucho sinvergüenza y mucho delincuente que lo único que ahora le interesa, su única preocupación es ... subir el precio de la luz.
En esta maloliente lobera, en este paraíso auténtico reino de pagainfantas lo que hay es... mucho hijoputa.

6 comentarios:

  1. si los hijos de puta volaran,no veriamos el sol.

    Un abrazo, gudari

    ResponderEliminar
  2. No se qué decirte, como se para esto, no lo se. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Hoy que me había yo levantado con idea de ser respetuoso y buena gente a la hora de expresar mis sentimiento sobre el panorama por el que estamos pasando los sufridos y agobiados españoles, nada más abrir el correo y me encuentro con las adulaciones y calificativos que el titular del presente dedica a todos estos indeseables y sucios gusanos, quienes dicen ser nuestros defensores, que aun me resultan insuficientes dichos calificativos lanzados sobre toda esta basura y ratas de alcantarilla. Y como digo al comienzo del escrito que no quiero portarme mal y ya me estoy empezando a calentar, solo quiero decirles a todos estos atracadores, chorizos, mangantes y amigos de meter la zarpa el los bolsillos ajenos, que si quieren seguir viviendo del timo y sin doblar la bisagra me parece muy bien, pero que se hagan de una espingarda y se tiren al monte como hicieron otros en sus tiempos para al menos demostrar su valentía a la hora de enfrentarse con la justicia.

    ResponderEliminar
  4. ...y que a gusto se queda el alma cuando a boca llena exclamas un "HIJO DE PUTA" al adulador, corrupto, traidor de sus amigos, egoísta, envidioso...
    Recomiendo la lectura del gran Eduardo Stamateas "GENTE TÓXICA", tranquiliza el espíritu ver cómo se analizan y descubresn a estos personajes que, sin duda, arderán en el infierno...y allí les encontraré.

    ResponderEliminar
  5. Pues otra "joputada" más

    ResponderEliminar
  6. Mucho apestoso con pasta Pin, mucho no, lo siguiente. Si yo te contara...
    Genial como siempre Pin.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu comentario.