martes, 2 de diciembre de 2025

Ser progre.



Ser progre es ser de izquierdas y cuanto más de izquierdas mejor, pero no es fácil ya que recoge una serie de condicionantes y algunos de muy difícil cumplimiento. Tienes que ser ateo por cojones, feminista aunque tengas las pelotas como colgajos por las rodillas, ecologista y si abrazas árboles mejor, animalista, anti-taurino por supuesto, estar en contra de la caza, llamar asesinos a los cazadores y defender el derecho del lobo a matar ovejas.

Ser antifascista aunque no tengas de puta idea de lo que es el fascismo, ir de culto por la vida sin haber leído nunca nada de historia, manipular y retorcer la realidad para evitar comentarios sobre los regímenes de izquierdas, poner la palabra de la mujer por encima de la presunción de inocencia, tomar por potenciales asesinos a los hombres y defender a los gays con una camiseta con la imagen del Che Guevara o Fidel Castro.

Detestar tu propia bandera por considerarla franquista aunque lo sea desde 1785, ser pacifista, denominar a ETA como movimiento de liberación vasco, justificar los ataques de Hamás a Israel, defender el consumo de drogas entre la juventud, proclamar el derecho a la sexualidad de los niños, tener siempre razón, hacer el ridículo con el lenguaje sexista aplicando así sin rubor la estupidez en el día a día y sobre todo prohibir, prohibir mucho, lo que sea que no te guste..

Antinuclear por supuesto, manifestarse por el cambio climático, llevar hasta en Agosto en Alicante el pañuelo palestino al cuello, estar a favor del uso del burka de la mujer afgana, mantener aunque sea mentira que a tu abuelo lo fusilaron los nacionales y que vienes de una familia obrera, defender la enseñanza pública sin dar ejemplo, llevar a ser posible pelo largo, una imagen bohemia, afeitarte una vez al mes, usar pantalón vaquero con la entrada de los bolsillos negros de de mierda y tener siempre, siempre, siempre pinta de guarro.

Eso, más o menos entre otros muchos condicionantes es ser progre. Ellos no tienen la culpa, son así y hay que ser tolerantes, pero ser tolerante no significa tener que aguantar a gilipollas, ignorantes y tontos del culo, aun a riesgo como a mí, de que te tomen por facha. Lo que por cierto me la bufa por tiempos.

Es lo que hay.