lunes, 29 de diciembre de 2025

Demos kratos.



Se nos llena la boca hablando de democracia, sobre todo a la izquierda, ideología por cierto que menos ha hecho por ella en la Historia de la Humanidad.
Una curiosidad, en Atenas, cuna de lo que hoy llamamos democracia, sólo votaba un diez por ciento de la población. Tenían vetado el derecho a voto las mujeres, los niños, los esclavos y los extranjeros, los llamados "metecos", así que mal empezó la cosa... Por cierto, el socialismo del católico marxista fundador del PRESOE Pablo Iglesias Posse, no movió un dedo por el voto femenino bajo el argumento de la supuesta influencia que ejercía el marido en su voluntad. Te cagas con los demócratas de izquierdas.

La democracia es un ideal de mentira, aunque suene duro es así, es una patraña que no respeta la mayoría y está manejada por una mafia alrededor de la partitocracia, movimiento interesado que sin rubor impone su voluntad manejándose con destreza en base a sus propios intereses políticos y económicos, pactando con quien sea necesario para mantenerse en el poder, con quien haga falta. ¿Quién ha votado que un prófugo de la justicia condicione la gobernabilidad de una nación? ¿Quién ha votado el pacto con el brazo político de unos terroristas? ¿Quién ha votado la amnistía de golpistas? A eso le llaman democracia, aunque rebose su hedor.

La democracia tal y como la conocemos a través de los partidos políticos es una estafa al ciudadano porque considera el valor del voto y su proporcionalidad para la asignación de escaños en la territorialidad, algo que directamente incide sin comerlo ni beberlo en el gobierno del resto de la población. Eso de tasar el valor del voto dependiendo del lugar de residencia del votante es un timo "democrático", vamos, una humillación al resto de súbditos pagainfantas.

El principio democrático de 1 persona = 1 voto es una mentira amparada por la Ley D´Hont, algo que queda muy supermegachachi hasta que sientes la humedad de la meada caliente en la cabeza, hasta que los xenófobos nazionalistas, racistas y separatistas, desde la superioridad que les otorga su democracia, se bajan la bragueta y desahogan su desprecio sobre tu voto como mero y memo españolito de Soria, Pontevedra o Badajoz.

Conclusión, lo que llaman democracia será legal pero no legítima y no lo es porque no es igualitaria, equitativa y mucho menos justa, así que es un puto cuento chino. Una mierda.

Ni "demos kratos" ni pollas en vinagre.


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