No están.

Últimamente nos sorprende el silencio, el extraño mutismo del interés. No aparecen, no se les oye, están en paradero desconocido, cosa rara, simplemente no están.
Cuatro millones y medio de parados y los sindicatos no dicen ni mu, no se oye a Toxo, Cándido y demás pijo-sindicalistas de seis mil al mes y Mercedes Clk poner el grito en el cielo, no se les intuye movilización alguna de masas, simplemente no están.
No vemos por ningún sitio a los de la ceja, al comunista Llamazares, a los rojotitiriteros como la Bardem, de su acólito hijo no decimos nada puesto que se ha convertido al yankysmo, a Willy, Miguelito Bosé, Almodóvar, Víctor Manuel, Juan Diego y tantos estómagos agradecidos... no están, simplemente no están.
El unte borra las penas y el capital puede con todo, por muy de izquierdas que seas la pasta es la pasta y las cosas no están para chillar... primero era el no a la Otan, hasta dentro, después el no a la guerra, hasta atrás y de postre ahora somos el escudo antimisiles de occidente y ni no dicen ni mu, no están, simplemente no están.
No querían bases americanas, aborrecían hasta el Marlboro por ser yanky, les plantan en Rota cuatro buques antimisiles, mil cien militares y no dicen ni mu, no están, simplemente no están.
Nada puede sorprendernos, ya estamos acostumbrados, cualquier cosa puede esperarse de un país que agasaja, homenajea y rinde tributo público al ínclito Carrillo, que convierte su ejército en una ridícula y carísima oenegé, nada nos sorprende de un nefasto presidente que representando a España pasa de ni tan siquiera inmutarse de forma vergonzosa ante la bandera americana a mendigar comiéndole los mocos al mismísimo Obama, nada nos sorprende.
Aquí nadie dice nada, simplemente no están, aquí lo que prima es el hipócrita silencio de los cobardes, la eterna comodidad del por si acaso, el bienestar del interés, el si pero no.
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