El supositorio.

A unos les da por pellizcar cristales, a otros por chupar barandillas y hay quien se jiña encima sin posibilidad de dejar de andar, de todo hay en "la huerta del Señor" pero éstos no son peligrosos, los hay peores por malos, hijos de puta e ignorantes.

Hay quien como el payaso ministro de asuntos exteriores de España, que abanderado en nombre de no sé quien se rinde a la leyenda negra y pide perdón a Méjico por los supuestos abusos e injusticias cometidas hace más de quinientos años por quienes con apellidos españoles y dos cojones bien plantados llegaron hasta allí y penetraron hasta el centro de su territorio donde crearon una nueva civilización fomentando el mestizaje, aboliendo el "Tlacotin", también denominada "esclavitud prehispánica" y por lo tanto barriendo del mapa la tiranía azteca,  se levantaron hospitales, escuelas, universidades, iglesias, capillas y catedrales. Hechos probados. Seguimos.

Se les dio un idioma, se crearon las primeras ciudades de América, se les facilitó una religión, se les enseñó a cultivar la tierra, a practicar la ganadería ovina, porcina y bovina, a fabricar la pólvora. Se les construyeron acueductos, alcantarillados, carreteras, se les fabricaron armas para cazar y defenderse, joder, hasta ¡¡¡se les enseñó lo que era una puta rueda!!! 

Tanta gilipollez del ministro me recuerda a los Monty Python que lo clavaron en su película "La vida de Brian",... "vale nos han dado todo eso pero aparte de eso, ¿Qué hicieron los españoles por nosotros?" pues mira, se les enseñó a navegar, a usar la cartografía, a domar caballerías, bueno vale pero ¿a parte de todo eso?...

Que lo diga la rencorosa por ignorante Presidente de Méjico pues vale, no da para más, pero que encima lo reconozca un ministro del Reino de España le zumba los huevos. No se puede ser más inútil y lo que es peor, tonto.

Lástima de supositorio candente... como el que usaban los aztecas por cierto...